1. Abandona la crítica
Deja de criticarte ahora y por siempre. Has estado criticándote durante años. Fue revelador para mí, cuando descubrí que podía hacer cambios que me apoyarán a amarme.
- Todo es un proceso.
- Recuerda, todo el mundo cambia.
- Escoge pensamientos nutritivos.
2. Haz a un lado el miedo
Deja de asustarte con pensamientos que provocan miedo. Las personas crean de una situación pequeña, circunstancias agobiantes.
“La mente es tan buena directora de cine que crea películas de terror“
3. Sé agradable, amable y paciente contigo
Un buen ejemplo, del poder de la paciencia es cuando se cultiva un jardín. Al principio, encuentras tierra árida. Luego la remueves, siembras y aunque parezca que no está sucediendo nada, está sucediendo grandes cosas.
“La vida es como un jardín, lo que siembras cosechas”
4. Sé paciente contigo misma
Observa los pensamientos negativos como la mala hierba. Inspírate en lo bello. A los seres humanos cuando se les pregunta que si tienen una buena autoestima, la gente responde, pero por supuesto. En realidad, cuando se es crítico consigo mismo, no hay una buena autoestima, tampoco cuando se siente envidia, inseguridad, resentimiento, celos, ira, odio…
5. Sé amable contigo
¿Permitirías que te echaran una bolsa de basura en la sala de tu casa?. ¡No! ¿Por qué le echas basura a tu corazón?
Lo haces cuando alimentas pensamientos negativos, dolor, culpa, resentimiento, envidia, insensibilidad, ansiedad, odio, amargura, pereza, estrés, rabia, ira, crítica, etc.. recuerda que somos humanos y podemos ser amorosamente imperfectos.
Podemos aprender a amarnos poco a poco. Empieza por practicar cuatro amores:
- El amor a Dios.
- El amor por nosotros mismos.
- El amor a la naturaleza.
- El amor al prójimo.
6. ¡Elógiate!
Entra al salón del elogio. Cuando te sientas agobiada, triste o criticada por los demás. Me gusta ir al salón de elogios que he creado imaginariamente y darme un baño de popularidad.
La gente, piensa que eso es raro, pero lo raro es no hacerlo. ¿Por qué no reconocer lo bueno que somos?
7. Dedica tiempo para orar y sentir la presencia de Dios
Haz una cita con Dios y tomate un cafecito con Él, encuéntralo en las bendiciones que te rodean, en la naturaleza, lee tu biblia, medita en las lecturas.
8. Escucha tu voz interior
Aprender a escucharte y validar lo que sientes.
9. No le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti. (Lc. 6:31)
A veces, queremos que los demás se comporten equitativos, amables, amorosos, generosos, comprensivos con nosotros. Pero no somos conscientes de qué hemos sembrado en otros. Deseamos que los demás cambien. Pero, no podemos cambiar a nadie. Solo a nosotros.
10. Mejora tus hábitos alimenticios
Equilibra la alimentación. A veces, por el afán de hacerlo todo, poco tiempo le dedicamos a comer a la hora recomendada. Importante buscar alimentos nutritivos.
Has observado ¿de qué manera comes? ¿qué pensamientos tienes cuando comes? Disfruta el momento de comer, ¡sin celular!