La tristeza no es un signo de debilidad, sino un momento de valentía. Reconocerla es ver tu interior para poder abrazarlo y así descubrir qué hacer con la tristeza.
Lo que habría que hacer es sentirla para que puedas transformarla. Deja de huir de ella, acaríciala, aprende a convivir con tu lado triste. Permite que la tristeza se siente en tus piernas, platica con ella como si fuera una amiga con la que compartes una tarde de café. Escucha la voz de tu tristeza. ¿Qué te dice?
Hay personas que de manera natural contactan con la tristeza mucho más fácil que otras, hay personalidades extrovertidas y otras que son todo lo contrario, cada quien expresa sus emociones de distinta manera. Existen casos en que la tristeza se expresa a través de nuestra conducta con algún trastorno alimentario, obsesión en el trabajo o en otras áreas de nuestra vida.
También sentimos enojo, un profundo desánimo y poca energía para realizar nuestras actividades. Si has estado lidiando con la tristeza por un tiempo prolongado, tu esperanza se debilita, el dolor crece y es tan abrumador que nos impide ver el futuro, terminamos con una sensación de cansancio enorme.
La tristeza también es buena, nos permite ver y entender la tristeza que sienten otras personas, enfrentar las perdidas, el dolor, convivir con el fracaso y asumir la desilusión. ¿Para qué otras cosas te ha servido?
La tristeza no es un signo de debilidad, sino un momento de valentía. Reconocerla es ver tu interior para poder abrazarlo. A veces no tenemos claridad en cuanto a la tristeza, es una sensación de desesperanza que no se va y nos mantiene en un estado sombrío.
¿Cómo puedo salir de este periodo de tristeza?
Los consejos triviales, que parecen aburridos, brindan excelentes resultados si te das la oportunidad de hacerlos: rodéate de personas positivas, dibuja, haz ejercicio o camina. Llora, sal con personas nuevas o atrévete a hacer algo distinto a lo que acostumbras. En estas pequeñas actividades, estás dando pasos para salir de esa nube de tristeza.
Depende del grado de tristeza que te embarga, tendrás más o menos disponibilidad emocional y energía para hacerlo. Además, puedes seguir estos pasos:
- Hazte cargo de ti.
- Atraviesa con amor y compasión por este sendero de tu vida.
- En lugar de evitar sentir la tristeza, aprende a convivir con ella, después de todo, forma parte de ti, al igual que tus otras emociones.
- Acepta lo que sientes en lugar de huir de ello.
- Cada día decide con qué actitud vas a enfrentar lo que suceda.
- Busca estar en contacto con la naturaleza.
- Usa los recursos que hay alrededor de ti para que puedas estar mejor. Empieza por construir lo que necesitas para tu fortaleza emocional: ¿Qué es todo aquello que te brinda bienestar, lo que te hace sentir bien y has dejado de hacer?
- Identifica ¿Qué cosas están en tu poder que te permitan cambiar la realidad?
- Escucha conversaciones y música que te construyan, con mensajes alentadores, una opción científica es buscar melodías con frecuencias Solfeggio, las descubrió Joseph Puleo estos tonos recuperan el equilibrio del cuerpo, ayudan a la sanación interior y fomentan tu vitalidad. Existen 6 frecuencias:
- 432 Hz disminuye la frecuencia cardíaca y brinda una sensación de paz y bienestar.
- 528 hz Reduce el estrés en el sistema endocrino y el sistema nervioso autónomo, ayuda a la relajación.
- 396 Hz Ayuda a eliminar miedos, preocupaciones y ansiedades subconscientes, sensaciones de culpa y creencias negativas, fomenta seguridad y estimula la energía para lograr tus metas.
- 528 Hz Mejora el sistema nervioso autónomo.
- 639 Hz Ayuda a equilibrar las emociones, elevar el ánimo, promueve la comunicación, el amor, el entendimiento y genera armonía en las relaciones interpersonales ante la resolución de conflictos de relaciones.
- 741 Hz Ayuda en la resolución de problemas, la expresión de lo que pensamos y la creatividad.
- 852 Hz Ayuda a cambiar los pensamientos negativos por positivos, estados de nervios o ansiedad.
- Cultiva tu relación con Dios: Existen un montón de recursos que puedes usar. No dudes en voltear tus ojos hacia el cielo, aun cuando el gozo parece estar lejos, Dios nos permite sentir alegría y disfrutar de buenos momentos en medio de la adversidad. Dios recibe tu lamento, escucha cuando le llamas, está contigo en todo momento. La tristeza y la soledad también forman parte de nuestro día a día. Dios tiene la capacidad de ayudarte y transformar lo que vives. Utiliza los recursos que hay a tu alrededor e incluye su guía en tu proceso.
- Is. 40:1 Dios da nuevas fuerzas a quien confía en Él
- Mt. 5:4 Dios consuela los que sufren
- Sal. 23,1:6 El amor y la bondad de Dios nos acompañan
- Jn 14:27 Dios nos brinda paz para no vivir con miedo ni angustia
- Juan 14:1 En lugar de angustiarte cree en Dios
- Mt. 9 35:36 Jesús siente compasión ante los que están abatidos
- Sal.34:17-18 Dios está cerca para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos
- Sal.86, 1:5 Dios nos escucha, es bueno y nos perdona
Si la tristeza perdura y no sabes cómo manejarla, busca ayuda con un profesional que te ayudará a cultivar tu fortaleza emocional.